Los savonnette son los relojes con doble tapa. Del francés “savonette”, jaboncillo.
La tapa que cubre la esfera se abre pulsando un botón que lleva en la corona; para cerrarlo conviene pulsar también el botón para evitar que se desgaste la muesca de cierre y deje de ser operativa.
Frente al lépine, el reloj saboneta tiene más protegidos el cristal y la esfera, pero tiene el inconveniente de que hay que abrir y cerrar la tapa en cada lectura. Se dice que fue a Napoleón, que se ponía enfermo con las pérdidas de tiempo que estas minucias suponían, a quien se le ocurrió la idea de abrir un hueco en la tapa que permitiese ver las agujas e inscribir en su periferia una escala horaria que permitiese leer la hora sin necesidad de abrirla, dando lugar al reloj “media saboneta”, que en Francia se llama a veces reloj napoleón.